domingo, 31 de mayo de 2009

Reportándome después de una larga ausencia...(quizás no tanto jej)

Pues, qué decir...
Primeramente, agradecer profundamente a mis seguidores, tanto manifiestos y registrados, como no manifiestos; también a aquellos que se topan con este espacio, casi sin pensarlo.
Ha sido difícil este último período. Me habían echado de la casa, sí; de la casa en la que permanecí como inquilino por más de doce años...Me echaron luego, por segunda vez--y definitiva--junto con mi madre; con la persona que se nombra como mi madre, ante la sociedad; con ella, enferma: pasando de la estabilidad al quebranto...Solos, ella y yo, sin un cinco, sin un sólo centavo...sin muchas de nuestras cosas...

Tiempo después, vemos que esto tuvo su lado bueno, porque nos alejó de la capital, e implícitamente del brote de influenza porcina que se dio allá. Entonces, es como si el cielo nos hubiese salvado, anticipando nuestra partida...Sólo días antes...

Pedí ayuda; pedí apoyo...Confié en quien había admirado desde hace años...Ahora, soy coordinador general en su organización. Ahora, he conocido a personas eminentes, de quienes sólo había escuchado el nombre, innumerables veces.

Ignorando todavía, en el presente, el cómo...aunque, quizás, no tanto el porqué, soy candidato suplente a diputado federal. Lo que me molesta es que ahora no represento y no soy suplente de quien lo era al comienzo. Ahora, soy suplente de una persona que ni siquiera se ha dignado a conocerme...no se diga a discutir nuestra alianza para contender por la candidatura. Quizás, soy yo quien sigue siendo antisocial, quien se aísla; quien continúa replegándose ante todos, para solventar las circunstancias de esta vida...

Me he pasado días sometiéndome a ayunos forzados; gastos y más gastos, sin trabajo estable...Sólo medicinas, no para mí; un tratamiento negado a ambos, a mi madre y a mí. En medio de la incertidumbre, en medio de la angustia, de la desesperación plena y profunda...Con apenas tres cambios de ropa (y éstos, incompletos), con apenas un techo en las afueras un municipio del Estado de México (el aledaño a la capital). Pasando humillaciones, fuera y dentro. Ayudando, siguiendo un voluntariado que no sé qué frutos me proveerá, en el cual conozco a gente del "ambiente", a gente del colectivo, pero también así sondeo en sus motivos y en sus cualidades, tanto buenas como indeseables. He conocido a personas que me han sorprendido. He conocido a eminentes personajes que me han decepcionado, así como a otros a los que ahora admiro.

Me he deshecho de mis joyas, en busca de un dinero. No busco trabajo por este voluntariado de tiempo casi completo; no puedo...
Humillaciones para alguien que no está habituado a vestir mal...Para alguien que está habituado no a servir, sino a ordenar...Para alguien que lo ha tenido todo en lo material, y ahora nada tiene...quizás por ignoto designio del destino, quizás porque así es conveniente ahora. Humillaciones de mirada, de trato, de palabra, para alguien que no soporta ni los malos tratos, ni la menor falta de atención hacia su persona. Duros golpes para el orgullo de alguien tan soberbio como yo he sido...En fin; aguardo los frutos de todo esto. Los aguardo para antes de mediados del año...Se me acaba el tiempo...

Pero, el tiempo no existe...El Ser es Eterno...Yo sé que podré transformar esta pesadilla en la realización de mis deseos, como lo hice de niño con mis propias experiencias oníricas...justo en el momento de vivirlas...

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