lunes, 19 de enero de 2009

Excepciones de la Naturaleza incomprendidas por la sociedad

Estados intersexuales: entre lo masculino y lo femenino.

Gabriela Granados

Observar los genitales de un bebé al nacer no siempre es suficiente para determinar su sexo. Aunque hay quienes difieren radicalmente en su estimación, hasta un 1.7% de la población presentaría en el cuerpo alguna variación de lo considerado totalmente masculino o femenino, según la bióloga molecular Anne Fausto-Sterling, profesora de la Brown University.

En lo biológico, la diferencia entre hembras y machos parte del nivel cromosómico y genético, y llega hasta lo somático y neuronal. Uno de los 23 pares de cromosomas característicos de la especie humana es XX en las mujeres y XY en los hombres. En la séptima semana de gestación, el gen SRY que está en el cromosoma Y desencadena una serie de procesos que, a partir de las mismas estructuras anatómicas, hace distintos a los embriones femeninos y masculinos, y más tarde, a las personas.

Así, explica el biólogo y sexólogo Oscar Chávez Lanz, se desarrollan ovarios o testículos; labios mayores, o escroto; labios menores y clítoris, o pene; y también se determina la proporción entre grasa y masa muscular, el ancho de caderas y hombros, e incluso las características del cuerpo calloso que se encuentra en medio de los dos hemisferios cerebrales. Mas por naturaleza -y también por accidente- existen mutaciones y alteraciones bioquímicas que provocan estructuras genitales atípicas y los llamados "estados intersexuales".

El campo del intersexo fascina a un selecto grupo internacional de científicos de alto nivel: no más de 150 se reunieron la última vez en Hawaii, entre ellos australianos, brasileños, japoneses, franceses, estadounidenses y algunos mexicanos. En este tema trabajan profesionales de distintas ramas del Centro Médico Siglo XXI, del Hospital de La Raza, el IMSS de Guadalajara, el Instituto Nacional de Pediatría, el Hospital Infantil de México Federico Gómez, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, y el Hospital General.

Niños que nacen con genitales ambiguos; adolescentes mujeres que no menstrúan o no han desarrollado los pechos (o varones a los que les están creciendo); o adultos que no han podido tener hijos, son canalizados a laboratorios de genética para su diagnóstico molecular, y de ahí son referidos con endocrinólogos, psicólogos, o incluso cirujanos, según la particularidad de su situación.

Distintos tipos de casos:

La Dra. Susana Kofman, jefa del servicio de genética del Hospital General de México y la Facultad de Medicina de la UNAM, explica algunos de los casos que se presentan:

Sindrome de Turner: Son niñas que en vez de tener 46 cromosomas con XX, tienen 45, X (les falta el otro X). Tienen los genitales externos bien formados, pero los ovarios no. Al nacer se les puede notar una hinchazón en pies y manos (a veces en la parte posterior del cuello), pero sin diagnóstico preciso y tratamiento, presentan talla baja, y en la pubertad no menstrúan ni desarrollan los pechos. La persona no es fértil, y dentro del tratamiento puede darse hormona de crecimiento y estrógenos. Se presenta en 1 de cada 2,500 nacimientos (en México serían 20 mil mujeres). 1:2,500/n:50,000,000

Síndrome de Klinefelter. Estas personas no tienen 46 sino 47 cromosomas, con XXY. No se les nota nada, sino hasta la pubertad: son hombres con el pene y los testículos pequeños, caderas anchas y voz aguda. Acuden a consulta por infertilidad, o porque se les desarrollan los pechos. Pueden quitárselos con cirugía y administrarles hormonas masculinas. Este caso es más frecuente que el anterior: da en uno de cada 700 a mil nacimientos (serían más de 70 mil personas en nuestro país). 1:700 /n:50,000,000

Disgenesia gonadal XY. Son mujeres a quienes no se les desarrollan los pechos, no les crece el vello y no menstrúan al llegar la época de la pubertad. El estudio genético revela que tienen XY (masculino), y el ultrasonido pélvico muestra estrías fibrosas en lugar de ovarios; aunque el útero, las trompas y la vulva son normales. Este es un caso muy raro (uno en 150 mil) y de los pocos realmente peligrosos, pues estas estrías desarrollan cáncer fácilmente, por lo cual se recomienda extirparlas lo más pronto posible.

Varones XX. Es el caso opuesto, también muy raro (uno en 20 a 40 mil nacimientos): son individuos masculinos con cromosomas XX (femeninos), que tienen testiculos pero se les pueden desarrollar las glándulas mamarias. En la mayoría de los casos son infértiles; pero se han documentado algunos que sí han podido tener hijos.

Pseudohermafroditismo "masculino". Son individuos genéticamente masculinos (46 XY) y testículos, pero femeninos en lo demás, incluyendo la orientación psicosexual. No se les desarrolla el vello del pubis ni de las axilas, y suelen acudir a consulta por falta de menstruación. Ocurre por una mutación hereditaria en el cromosoma X, que provoca insensibilidad a las hormonas masculinas. Con el tiempo, los testículos pueden desarrollar cáncer, por lo cual suelen extirpárselos. Ocurre en uno de cada 13 mil nacimientos (casi 4 mil mexicanos, igual que en el caso siguiente). 1:13,000/n:50,000,000

Pseudohermafroditismo "femenino". Son personas que nacen con genitales ambiguos o masculinos, pero también ovarios. Tienen 46 cromosomas con XX (femeninos), pero una deficiencia de enzimas produce un defecto de la glándulas suprarrenales que provoca pérdida de sal, falta de cortisol, y exceso de hormonas masculinas. En casos graves el bebé puede morir en dos o tres semanas; pero si se diagnostica a tiempo puede darse un tratamiento que incluya cortisona, entre otras cosas.

Deficiencia de Alfa 5 Reductasa. Es un tipo del llamado "pseudohermafroditismo masculino". Esto provoca que la testosterona no puede convertirse en dihidrotestosterona; así, aunque la persona tenga cromosomas XY (masculinos) sus genitales externos parecen femeninos, por eso suelen ser criados como mujeres; sin embargo, en la pubertad no pueden eludir que se sientan varones. En estos casos se sugiere ayudarlos a que cambien de sexo, incluso legalmente.

Otras variaciones genitales. El Dr. Rafael Rico García Rojas, jefe del Departamento de Genética en La Raza, menciona también los casos de bebés que nacen con los genitales externos bien definidos, pero luego de un tiempo se detectan anomalías internas. Puede suceder que queden residuos de otras estructuras embrionarias (persistencia de conductos mullerianos); en otros casos puede ser que debajo de la cabeza del pene se observe algún orificio por falta de fusión de éste (esto se conoce como "hipospadia").

Problemática social y familiar:

Al margen de que algunos de estos casos representan problemas médicos en sí mismos (propensión al cáncer o infertilidad), las variaciones del proceso biológico de sexualización suelen provocar conflictos emocionales en el individuo y su familia. Para el Dr. Rico, el problema es cultural, pues nuestra sociedad clasifica a las personas con base en sus genitales, y no acepta ambigüedad al respecto: "nos hemos enfrentado a papás que dicen qué es esto, qué dirá la familia... es un verdadero embrollo en el vecindario".

Por eso, durante varias décadas se ha dado la práctica de "asignar" el sexo lo más tempranamente posible (antes de los tres años de edad), incluso utilizando cirugía. Pero últimamente, en varios países, personas que han pasado por eso han manifestado su inconformidad por considerar que fueron mutiladas o asignadas erróneamente, incluso a través de demandas legales. Y han puesto como buen ejemplo a los indios norteamericanos, que no se avergüenzan sino que aceptan a los intersexuales, a quienes consideran seres con dos almas y dones religiosos, y los llaman "berdaches".

Aquí en México las políticas al respecto también empiezan a cambiar: en La Raza, por recomendación del Comité de Bioética, los padres deben firmar una Carta de Consentimiento Informado antes de que se lleve a cabo cualquier tratamiento de un menor. Por su parte, la Dra. Koffman, quien lleva 30 años estudiando el tema, opina que si es necesario está bien asignar un sexo, pero no efectuar cirugías con este motivo sino hasta que la persona alcance la edad para decidir por sí misma.

Sin embargo, aún no son pocos los profesionales capacitados para atender estas situaciones, casi nadie habla públicamente del asunto todavía, y la ley mexicana tampoco lo contempla. Así, según el cálculo más moderado, por lo menos 100 mil personas (y hasta millón y medio, según la clasificación de Fausto-Sterling), sus familias, parejas y amigo íntimos, viven esta faceta de la diversidad sexual lidiando todavía con el desconocimiento, la vergüenza y la marginalidad.

1 comentario:

  1. Saludos REBISALKHIMISTA, surfeando por la red me tope con este blog y lo considero muy importante y esclarecedor en muchos aspectos... Me gustaria ponerme en contacto contigo. Puedes escribirme a: cecash.invita@gmail.com o a dolphanda@hotmail.com Me llamo Jehovani Tena. Colaboro en una ONG llamada CECASH (http://www.cecash.org.mx) Y me gustaria proponerte algo

    ResponderBorrar