sábado, 10 de enero de 2009

La transexualidad enraizada en la biología del ser humano.

· No son patologías, se nace con un cuerpo que no corresponde a la sensación física, afectiva y psicológica, explicó la académica de la FP de la UNAM, Selma González

· Resultan de un mal cableado en el hipotálamo, en la semana 14 de la gestación, apuntó Rafael Salín Pascual, de la FM

En algún momento del desarrollo intrauterino, existe un punto crítico por el que cada individuo pasa, y algunas veces no se alinea a la hora de nacer, vivir y socializar, señalaron investigadores de la UNAM.

En el caso de la transexualidad, se nace con un cuerpo que no corresponde a la sensación emocional, física, psíquica, afectiva y psicológica, explicó la académica del Programa de Sexualidad Humana de la Facultad de Psicología (FP), Selma González Serratos.

A su vez, el encargado de la Clínica de la Diversidad Sexual del Departamento de Psicología Medica, Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina (FM), Rafael Salín Pascual, reconoció que si bien no existen estadísticas y frecuencias, se calcula que en el mundo hay un transexual por cada 30 mil habitantes.

Incluso, 50 por ciento de los adolescentes transexuales que no acuden con un especialista para recibir apoyo psicológico, ni hablan de su condición con familiares, “se suicidan porque es difícil llegar la carga”, apuntó.En ese sentido, la Universidad Nacional puso en marcha una clínica de diversidad sexual, que apoya a quienes deciden reasignar su sexo con relación a su género, además capacita a médicos cirujanos para llevar a cabo ese tipo de cirugías y orienta psicológicamente a homosexuales y quienes pasan por ese proceso, principalmente jóvenes.

La teoría de la identidad y los genes podría responder a la interrogante de por qué nos sentimos hombres o mujeres. Es una condición genética y cromosómica, es decir, ocurre al momento en que se fecunda el óvulo, explicó el psiquiatra y doctor en ciencias médicas.

Luego viene la gestación. “Antes de la semana 14, se tiene un cerebro femenino, por las hormonas de la madre; a partir de ese momento, y si el producto tiene cromosomas XY, se produce testosterona, que bloquea esas sustancias”, dijo.Entonces, circuitos neuronales se masculinizan, concretamente el hipotálamo, que se encuentra en la base del cerebro y tiene que ver con la regulación endocrina: la reproducción, la sexualidad, el apetito sexual y la temperatura corporal, entre otras.

Si se hace un cableado acorde al XY, se producirá un niño con cuerpo y conducta coherente a los cromosomas; el género, desde ese punto de vista, es una combinación de la base biológica y la forma de crianza, precisó Salín Pascual.Existen varias teorías acerca de qué sucede cuando en el proceso de cambio hormonal la testosterona no surte efecto, porque se bloquea o es atacada por anticuerpos.

No se cablea bien el hipotálamo y nace un niño que se percibe a sí mismo como niña, y se pregunta frecuentemente por qué tiene un cuerpo que no corresponde a su cerebro; entonces crece con una incongruencia de género, refirió.“Desde ese punto de vista, la homosexualidad y transexualidad son biológicas, no hay culpables y el único problema es con la sociedad. Afortunadamente, en el ser humano la diversidad es la norma y se traduce en lo sexual, en lo biológico y en lo político”, acotó el especialista.

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Para consultar la nota completa, véase:

http://www.dgcs.unam.mx/boletin/bdboletin/2008_596.html

http://transbitacora.blogspot.com/2008/11/mxico-la-ciencia-ante-la-transexualidad.html

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