"Busco sexo con un Hermafrodita"

"¿Tendrías sexo con un/a hermafrodita?"
Esa fue la pregunta más decente que logré encontrar en el motor de búsqueda. Basta con ingresar palabras como "Amor" y "Hermafrodita", para encontrarse con varios encabezados como: "busco sexo con una hermafrodita", "sexo con hermafroditas", etc. Todos, obviamente, bastante alejados de la seriedad, y mucho más del rigor científico con el que debe ser abordada la sexualidad dentro de este contexto "tabú", que es el relacionado directamente con las personas intersexuales.

Mencioné "tabú", sí. Lo prohibido siempre está ahí, en lo obscuro, como acechando a la conciencia de todos aquellos que no osan sondear las lindes más ignotas de lo conocido. Es tabú la sexualidad, como notamos en el hecho de que son pocos los que osan experimentar "cosas nuevas". Pero, si mezclamos este tabú arcáico con aquel otro que se encarna en este mostruo antiguo y mitológico que es el hermafrodita, ¿qué podemos esperar?


Me dejaron "como IS", esperando un mayor desarrollo físico. Desde la edad de cuatro, y hasta los dieciséis años, fui sexual, física y mentalmente abusad* por varios miembros de mi familia. Luego fui capaz de detener el abuso más invasivo eligiendo ser hombre, a la edad de quince años, tomando dosis masivas de testosterona para desarrollar los caracteres sexuales secundarios masculinos. (Voz más profunda, vello facial y corporal, que me permitió pasar como un hombre.)

[...]La condición intersexual provocó que fuese abusad* por ambos sexos "normales". Algo parecía llevar a otros a experimentar sus fantasías sexuales conmigo como un inoportuno receptor.

Es así como Berdache Jordan (Intersexual con mosaicismo 46, XX/XY), describe en su autobiografía algunas de las acciones resultantes de este "morbo" y este "tabú". El suyo es un caso publicado; su libro "Masquerade", está ahora en el mercado. Pero, ¿podríamos imaginar cuántos casos de abusos parecidos, o incluso peores, se dan día a día en el mundo hacia personas con alguna condición y/o variante intersexual?

Nunca faltan los abusos de todo tipo, desde psicológicos hasta físicos, así como nunca faltan aquellos que con su ignorancia no hacen más que marginar más y más a estas personas, en vez de brindarles la ayuda que tanto buscan y necesitan. Aquellos que nos ven como fetiche, como un raro objeto sexual, están a la orden del día. ¿Y cómo juzgar si estos desviados y pervertidos son más peligrosos que aquellos que ostentan una fobia, que difícilmente pueden contener racionalmente, hacia quienes personifican la diversidad en sí mism@s? Cada persona es un mundo, y nunca podemos generalizar, ni pretender dejar de salir a la calle por temor a ser agredid@s o discriminad@s de una forma o de otra. En mi caso, por ejemplo, he encontrado más apoyo fuera, con extraños, que en mi propia familia. No obstante, de cualquier forma, es obvio que ninguna persona ajena podrá substituir el cariño de los padres o el apoyo de los familiares más cercanos, y es difícil creer que afuera te encontrarás con personas dispuestas a prestarte una ayuda que no te dieron aquellos que estaban moral y socialmente obligados a ello.

Entonces, ¿es que acaso el morbo, las parafilias y las perversiones, son lo único que podemos encontrar en aquellas personas que buscan aproximársenos buscando en nosotr@s un prospecto amoroso?

Afortunadamente, no es así: Son muchas las personas que no reducen el Amor--y ni siquiera la atracción--a la simple y burda expresión genital, así como también, día a día, crece el número de quienes ven el Amor más allá de un cuerpo, más allá de la forma y de esa sombría apariencia que vela la Esencia.